Uruguay desplegó un bachillerato en TIC y redes

La búsqueda de acoplar a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) a la sociedad necesita un trabajo constante no sólo con planes y estrategias que busquen mejorar al acceso, sino también generando oportunidades educativas. En otras palabras, aparte de intervenciones que ofrezcan acceso a banda ancha y dispositivos, es necesario generar acciones directas que permitan mejorar las opciones educativas.

En ese sentido, Uruguay desplegó la propuesta educativa Finest. Se trata de una opción para personas que quieran culminar el bachillerato teniendo como mínimo el 50% de las asignaturas aprobadas en cualquiera de las orientaciones de Secundaria o UTU. La iniciativa comenzó a gestarse durante 2017, cuando representantes del Ministerio de Industria, Energía y Minería del Uruguay viajaron a Sillicon Valley (Estados Unidos), para firmar acuerdos con diferentes empresas ubicadas en esa zona. Un ejemplo de estas compañías es Cisco, que ofreció su plataforma de cursos online para el desarrollo del bachillerato.

En su estructura, el curso presenta una modalidad presencial de 33 horas semanales durante 36 semanas. Las clases se impartirán a partir del julio en 4 centros de Montevideo (Instituto Tecnológico Superior, Escuela Superior de Informática, Polo LATU y PTI Cerro) y en 3 del interior (Polo Tecnológico Durazno, Polo Tecnológico Rivera y Polo Tecnológico Paysandú.

Por otra parte, la estrategia también busca constituir una base educativa de cara a las nuevas formas de producción del mundo. Los cambios a nivel global en la matriz productiva mundial abren la oportunidad para países como Uruguay de preparar a sus jóvenes para los nuevos desafíos laborales.

Entre sus objetivos están brindar a los alumnos conocimientos sobre las TIC, soporte técnico e implementar redes de datos de pequeña escala, así como el de descubrir cómo protegerse en línea y en las redes sociales desarrollando conceptos básicos de ciberseguridad.

Sobre ciberseguridad, una de las temáticas sobre las que se desarrolla el bachillerato, su preparación está orientada a generar técnicos en esta materia. Se busca así generar herramientas para que los alumnos puedan colaborar en el sector privado y estén preparados para cubrir puestos en empresas de diferentes tamaños.

La iniciativa también busca federalizar el conocimiento relacionado con las TIC, mejorando las oportunidades de estudio y formación en el interior del país. De esta manera aumentan las posibilidades laborales para las personas no sólo en Uruguay, sino en Sudamérica, donde existe una demanda de entre 200.000 y 500.000 puestos de trabajo relacionados a la ciberseguridad.

Uruguay tampoco está ajeno a los cambios que se produjeron en las formas de trabajo a nivel global, el mercado experimentó un crecimiento en infraestructura de tecnología y conectividad. Por ese motivo, también trabaja en generar nuevas condiciones para que sus estudiantes estén preparados para estos desafíos.  Asimismo, estas herramientas les permiten alcanzar los beneficios de pertenecer a un sector, el TIC, que supera en un 27% en sus sueldos promedios a los de la actividad industrial.

Para que el esfuerzo desde el punto de vista educativo y de formación de profesionales alcance mejores resultados, es necesario que también se generen iniciativas que busquen aumentar la conectividad en el mercado. En otras palabras, las iniciativas analógicas deben tener un correlato digital, para así poder estar mejor preparado de cara a los nuevos desafíos globales.

En este sentido, es importante que las autoridades busquen desplegar políticas para potenciar la conectividad en el mercado. Particularmente aquellas relacionadas con la banda ancha móvil, que por sus características permite alcanzar grandes coberturas de forma sencilla. Asimismo, nuevas tecnologías como LTE permiten accesos robustos y de alta velocidad de conexión.

Para estimular estas tecnologías, y este tipo de conectividad, es necesario que las autoridades desplieguen estrategias que busquen aumentar la competencia en el mercado. Reglas claras y equitativas para los diferentes actores del sector son fundamentales para que exista un sano desarrollo del sector digital.

Es también importante que se ponga a disponibilidad del sector de las telecomunicaciones inalámbricas mayor cantidad de espectro radioeléctrico y que se generen agendas con las futuras licitaciones de espectro que planean las autoridades, de modo tal que la industria pueda contar con previsibilidad en sus despliegues.

Por otra parte, es importante que se flexibilicen las normas de tendido de redes de telecomunicaciones. En particular aquellas que afectan al tendido de redes móviles, generando mayor coherencia entre las demandas de los diferentes municipios. La existencia de una ley a nivel nacional que regule este tipo de desarrollos es necesaria para que los actores de la industria puedan planificar de mejor forma sus redes.

La reducción de la carga impositiva sobre los terminales de acceso y los componentes de redes es también importante. En el caso de los dispositivos de acceso, los vuelve más asequibles, permitiendo aumentar la cantidad de personas que pueden acceder a un dispositivo. Una mayor cantidad de personas conectadas potencia el crecimiento de un entorno digital, mejorando las oportunidades de trabajo de los futuros técnicos.

En resumen, la iniciativa llevada adelante por las autoridades de Uruguay funciona como una opción importante de cara a preparar a sus jóvenes para el futuro mercado laboral. Aunque estas deben estar acompañadas por políticas para mejorar la conectividad en el país.