El ingreso a la nueva economía digital transformará positivamente el desarrollo socieconómico de los países. En América Latina, los esfuerzos de los gobiernos por incentivar la adopción digital en los diferentes sectores permitirán llegar de forma más eficiente a esta revolución tecnológica. En ese sentido la generación de planes estratégicos es un paso significativo de las autoridades.
En Panamá, el Consejo de Gabinete de la República aprobó el Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (PENCYT) 2019-2024, por Decreto Ejecutivo en Gaceta Oficial. El documento, que tiene como pilar fundamental la educación, apunta al desarrollo de las 4 líneas prioritarias en las áreas de ciencia: INNOVATEC, Misión Ciencia, Unidos por la Innovación y el aumento de la inversión en ciencia al 1% del Producto Interno Bruto (PIB). Por medio del plan se busca generar prioridades nacionales e involucrar a los integrantes del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI).
El Consejo de Gabinete presentó la hoja de ruta del PENCYT, en ella se pone como objetivo explotar el potencial de Panamá. El plan incluye la visión compartida del Gobierno, la academia, el sector privado y la sociedad. Estos participantes se enriquecerán con la preparación de Agendas de Investigación e Innovación focalizada en el conocimiento a través de proyectos de Ciencia, Tecnología e Innovación de alto impacto que contribuirán a la transformación del país.
El plan prevé una estrategia para alcanzar la inversión del 1% del PIB en ciencia, tecnología e investigación. Este plan se logró a partir de un proceso de consultas hechas por la SENACYT a especialistas en política y a actores de diferentes sectores productivos y sociales del país. Estos jugadores contribuyeron con nuevos conceptos e ideas, así como ideas para desplegar la hoja de ruta. Este proceso se desarrolló en 10 fases a lo largo de 18 semanas.
El objetivo del Gobierno panameño es priorizar la ciencia, la tecnología y la innovación como instrumentos claves para alcanzar la transformación social y productiva del país. Sin embargo, para que estos esfuerzos tengan una repercusión más eficiente en el mercado es necesario que se incentive el desarrollo de la banda ancha móvil. Por sus características tecnologías como LTE, y en un futuro 5G, aparecen como herramientas indispensables para la digitalización de los países.
Sin embargo, es necesario que las autoridades desplieguen políticas que estimulen la adopción de banda ancha móvil. En ese sentido, es necesario que se ponga a disposición de los operadores mayores porciones de espectro radioeléctrico. Es importante considerar que los servicios 5G necesitan bandas de espectro bajas, medias y altas para optimizar sus beneficios.
Es también necesario que se genere una agenda de las futuras licitaciones de espectro radioeléctrico, que permitan a los operadores contar con previsibilidad al momento de realizar sus inversiones. Es también importante que el espectro se ofrezca con reglas claras y equitativas para todos los operadores del mercado, potenciando de esa manera la competencia en el mercado.
Por otra parte, es necesario que se reduzcan las cargas impositivas y las trabas burocráticas que pesan sobre los tendidos de infraestructura. La posibilidad de menores impuestos sobres los componentes de red acelerarán los despliegues de los operadores. De la misma forma contar con trámites agiles y en una sola ventanilla es una medida que permite facilitar el despliegue a los operadores.
Como se puede apreciar, la generación de un plan estratégico para desplegar la ciencia y la tecnología es importante para que los países puedan desarrollarse dentro de la economía digital. Sin embargo, deben estar acompañados por estrategias que busquen aumentar la conectividad en el mercado.