La puesta en marcha de la Tele-Educación requiere de metas básicas que le permitan desarrollarse de manera saludable. Entre estos puntos se destaca la generación de contenidos específicos, la entrega de dispositivos a los alumnos y, fundamentalmente, el acceso a banda ancha móvil en las instituciones educativas.
Este último punto muy importante causó alarma en Brasil, ya que los programas más integrales de conectividad en las escuelas públicas de ese país proporcionan acceso a banda ancha con velocidades menores a 6 Mbps de bajada. Se trata de unos 44,7 colegios en las ciudades y 29,9 mil centros educativos en el área rural.
Es importante destacar que un servicio de acceso a banda ancha de hasta 5 Mbps es insuficiente, por ejemplo, para producir videos de una calidad media (con una resolución de 720p). En otras palabras, los videos educativos que cuentan con mayor actualización y calidad no pueden ser aprovechados en estos establecimientos.
De acuerdo al Ministerio de las Comunicaciones el problema que existe con estos programas es que “envejecen mal”, por ese motivo tienen velocidades que están desfasadas en relación a cómo avanza la tecnología en la actualidad. Por ese motivo, es necesario realizar de manera periódica un relevamiento de las velocidades a las que acceden estos establecimientos para mejorar sus condiciones.
Actualmente las escuelas de las ciudades son atendidas por el Programa Banda Ancha en las Escuelas Públicas Urbanas (PBLE), que se puso en marcha en 2008 y atiende unas 64.847 instituciones. De ellas apenas el 31% reciben más de 6Mbps. Incluso más de 600 cuentan con redes que brindan velocidades menores a 2 Mbps. El plan obligaba a los operadores de banda ancha fija a ofrecer servicios de forma gratuita y sin establecer velocidades de acceso.
A esta estrategia, en 2012 el gobierno de Brasil le incorporó el Programa de Banda Ancha en Escuelas Públicas Rurales. Esta iniciativa formó parte de la licitación de frecuencias de espectro radioeléctrico para servicios 4G, y tenía una exigencia mínima de 1 Mbps. Allí de las 34,3 escuelas rurales que cuentan con el programa, el 87% recibe servicios menores a 6 Mbps. En tanto que el 45% reciben servicios con menos de 2 Mbps.
Por otra parte, de acuerdo con el Ministerio, alrededor de 30 mil escuelas declararon no tener conexión en el Censo Escolar. Aunque muchas de ellas figuran en los registros de la cartera como establecimientos que reciben algún tipo de servicios, por lo que es posible que reciban servicios, pero de muy baja velocidad, insuficiente para atender la demanda de una escuela.
De todas maneras, el gobierno federal de ese país cuenta con los programas Norte y Nordeste Conectado, que instala redes de internet de alta velocidad, como el WiFi Brasil, que prevee banda ancha gratuita de entre 10 y 20 Mbps en las escuelas. Además del plan Internet Brasil que distribuye chips de la red móvil para aquellos estudiantes inscriptos en el programa CadUnico.
La meta del Ministerio es conectar el 100% de las escuelas antes de fin de año. Para alcanzar ese objetivo, es necesario que también se trabaje en el desarrollo de servicios de banda ancha móvil, que por sus condiciones posibilitará brindar servicios de alta velocidad de forma rápida y eficiente a los establecimientos educativos que se encuentran alejados de los grandes centros urbanos.
En este sentido, tecnologías como LTE y 5G posibilitan velocidades muy superiores a las que hoy en día poseen la mayoría de los colegios del Brasil. Para eso es necesario que se ponga a disposición de los operadores de telecomunicaciones mayores porciones de espectro radioeléctrico. Así como facilitar los procesos burocráticos que existen en el mercado para el tendido de nuevas redes de telecomunicaciones.