El ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) alcanza a distintos ámbitos a nivel global. Entre ellos también se encuentra el de la ayuda humanitaria, donde las nuevas tecnologías presentan un gran potencial para aumentar la efectividad en el trabajo que realizan.
Entre ellas, se destaca la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC), que es una organización de ayuda humanitaria que agrupara a las distintas sociedades nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Fue fundada en 1919 en París tras la primera guerra mundial. Parte de esta organización es Lorenzo Violante; este español que lleva 20 años en el ámbito de la ayuda humanitaria ocupa el cargo de Coordinador de Enseñanza e Innovación en IFRC. Durante sus primeros años de vida laboral trabajó en Europa, Asia y África. La primera parte de su carrera la realizó en operaciones y programas de emergencia en contextos complejos. Mientras que los dos últimos años trabajando en la unidad de aprendizaje e innovación.
Esta unidad se crea en la región de las Américas y es pionera en la estructura de la red de Cruz Roja a nivel global. Intentando anticipar las necesidades y el contexto cambiante que hay en las Américas, brindando apoyo a las 35 Cruces Rojas que operan desde Canadá hasta Argentina en temas de aprendizaje y gestión de conocimiento, también una apuesta firme por el ámbito de la innovación. En general muy enfocado en la aplicación de tecnologías, no necesariamente en el desarrollo de aplicaciones tecnológicas nuevas, sino en la utilización de tecnologías ya existentes al ámbito humanitario.
Sobre la implementación de las tecnologías de la Información en la IFRC, Brecha Cero dialogó con Violante:
Brecha Cero: ¿Cómo se incluyen las TIC en el trabajo de IFRC?
Lorenzo Violante: El equipo centrado en TIC es relativamente pequeño por lo que la capacidad de absorción es limitada. Por cuestión de estructura e inmediatez la mayoría de los recursos se destinan fundamentalmente en cuestiones prácticas como la respuesta ante desastres donde se pueden inyectar soluciones con tecnológicas de la información y la comunicación para mejorar ese proceso, para mejorar la eficiencia y sobre todo reducir vulnerabilidades e impacto y el resultado del impacto a las personas afectadas.
Brecha Cero: ¿Qué ejemplos utilización de la TIC puede mencionar?
Lorenzo Violante: Entre los ejemplos que podemos mencionar en el uso de las TIC está el sistema TERA, es una tecnología latinoamericana desarrolla por una empresa boliviana (Salamanca Solutions), es un software que se instala en los operadores telefónicos y que permite gestionar el envío y la recepción de mensajes de texto (SMS), a poblaciones afectadas por desastres. Para implementarlo requiere un acuerdo relativamente complejo y la voluntad del operador, además de la autorización del regulador. Esta funcionalidad permite a la Cruz Roja mandar mensajes utilizando también capacidades especiales, es decir, que se puede enviar a un listado de una base de datos o geográficamente a una comunidad determinada o a todos los usuarios de ese operador. La herramienta se utilizó en Haití, donde fue importante durante la epidemia de cólera, con mensajes de prevención y de respuesta. Los resultados de la aplicación permitieron repetir la experiencia en otros mercados como Ecuador, Bolivia y el Caribe.
Brecha Cero: ¿Qué desarrollos están destinados a la donación solidaria?
Lorenzo Violante: En cuanto a lo que es recaudación de fondos tenemos desde la federación internacional una herramienta genérica: el sistema MADO, que permite movilizar recursos. La solución está al servicio de las cruces rojas individuales y permite donar dinero de manera sencilla por medio de SMS, online, o hacer acuerdo de facturación con los operadores. Esta aplicación está desarrollada en algunos países más que en otros, dependiendo de la capacidad de la propia cruz roja en cuanto a donaciones a nivel nacional hay variedad y hay multiplicidad de opciones.
Brecha Cero: ¿Cuentan con aplicaciones específicas para móviles?
Lorenzo Violante: En cuanto a aplicaciones móviles quizás el de mayor éxito y repercusión en la región sobresale la de primero auxilios. Esta fue desarrollada por la federación internacional de cruz roja y después cada una de las federaciones nacionales las adaptó al contexto. Es decir, que la aplicación que se descarga en google apps o google store se adapta a las necesidades de cada país. La aplicación cuenta con fotografías, contenidos, videos, y materiales que se van adaptando al contexto. Ha sido una de las aplicaciones que en cantidad de descarga fue de las de mayor éxito y distribución de las Américas, porque prácticamente todas las sociedades nacionales de Cruz Roja la han desarrollado y adaptado.
La tecnología celular también fue implementada con éxito en la evaluación de emergencia, registro y distribución de operaciones de socorro. Desde el año 2010, justo después del terremoto de Haití, se debió organizar la ayuda humanitaria en esos primeros tres meses. Los retos se daban en la parte de las distribuciones de distintos producto sobre todo en un contexto poco favorable. En ese momento existía un cuello de botella enorme a la hora del registro y sobretodo en la distribución, ya que como organización no éramos capaces de distribuir a la velocidad que las circunstancias lo exigían. Para ello se desarrolló una herramienta que básicamente es un lector de código de barras, asociado a un software ligero en las laptos, que permitió reducir de tres minutos a dos segundos la verificación de cada persona. Con lo cual pudimos mejorar sustancialmente los procesos de distribución.
Una vez resuelto eso pasamos a otra gran reto, después de seis meses dentro de la operación empezamos a trabajar en los procesos de solución de provisión de vivienda a las personas desplazadas. Y el proceso de registro y gestión de la información era enorme con equipos de decenas de personas que se dedicaban a ordenar toda la información. La solución llegó de parte de la Universidad de Washington en Seattle, por medio el open data kit, que es un conjunto de aplicaciones asociadas a teléfonos celulares que permiten hacer el registro de beneficiarios, la tomad de datos, la toma de fotografías, videos, coordenadas GPS, lector de código de barra etc. Que se puede descargar en otro momento y se va todo a un servidor en la nube. Y todo eso se puede descargar, manipular o manejar directamente sobre la misma nube. Esto cambió radicalmente la manera en que se trabaja en el mundo de la Cruz Roja, en general diría globalmente. Esto comienza en el año 2011 y a partir de ahí se empieza a hacer un uso exponencial.
Brecha Cero: ¿De qué manera la evolución de servicios móviles, como banda ancha móvil, contribuyó a las tareas realizadas por la IFRC?
Lorenzo Violante: Hay un montón de opciones o de herramientas tecnológicas ya existentes, no necesariamente nuevas, que podrían potencialmente cambiar la manera en la que trabajamos. Pero nuestras instituciones están dentro de sistemas y los sistemas están formados por personas, y sobre todo por personas en muchos ámbitos de orden político. Entonces la tecnología nos permite presentar la información con mucha rapidez, donde existe todavía el cuello de botella es en la parte de las personas, a la hora de ser capaces y responsables en tomar las decisiones basándonos en esas información que nos entrega la tecnología.
Eso por un lado, por otro, en estos dos años, y eso aplica tanto al ámbito privado como al ámbito de las organizaciones humanitarias, estamos en un continuo proceso de aprendizaje de entender el potencial enorme que tienen las tecnologías de la información. Es decir, es enorme el potencial, que nos permita a nosotros la capacidad de digerir el cambio que esto supone.
Brecha Cero: ¿Qué importancia tienen las redes sociales en el desempeño cotidiano de la IFRC?
Lorenzo Violante: Las redes sociales, yo creo que cada vez van a ser más importantes. En el que redes sociales, esencialmente Facebook y Twitter, pero no sólo, se han convertido en las herramientas de comunicación. Un uso más importante se da desde el voluntariado, y sobre todo juventud; aunque el resto del equipo de la institución todavía es relativamente ortodoxo en sus canales y su estructura de comunicación es más tradicional.
Por el momento se está en un proceso de aprendizaje y adaptación, aunque en el cambio en dos o tres años ha sido enorme. Era impensable que un presidente de la cruz roja en América tuviese una cuenta twitter o una cuenta en Facebook y ahora lo impensable sería lo contrario que no la tuviese.