Entre los desafíos que enfrentan las diferentes administraciones de América Latina se encuentra la digitalización de sus sociedades y economías. En ese sentido, la formación de la población en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) es una tarea que se debe llevar delante de forma permanente para poder estar a la altura de las demandas del escenario global.
Para alcanzar esa meta, la Secretaría de Educación de Honduras, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), desplegó el Proyecto Joven en Santa Cruz de Yojoa, Departamento de Cortés, para conocer la experiencia del Programa de Aprendizaje Asistido por la Tecnología (PAAT).
El objetivo es que estudiantes de escasos recursos y los que viven en áreas rurales puedan cursar el tercer ciclo de educación básica. Para ello se brinda una plataforma que funciona sin internet y que ofrece capacidad técnica suficiente para preparar al estudiante con clases virtuales bajo la currícula nacional de educación básica del país y asistido por un facilitador quien despeja dudas de los educandos.
Asimismo, por medio de la visita las autoridades pudieron conocer la infraestructura que el programa utiliza para impartir las clases. En el caso de Santa Cruz de Yojoa, se trata del acondicionamiento de contenedores que cuentan con instalaciones eléctricas, aire acondicionado, ventanas y piso. Este equipamiento posibilita un bajo costo económico y rápido tiempo de implementación, comparado con la construcción de una aula tradicional.
En este marco, el Proyecto Joven tiene como objetivo contribuir al desarrollo de las habilidades para el trabajo y la vida de los jóvenes hondureños. El propósito es brindar acceso y calidad de los aprendizajes en el tercer ciclo de educación básica, en municipios priorizados por el proyecto, con énfasis en el occidente del país.
La inclusión de las TIC en la formación de los jóvenes es una primera aproximación positiva desde el gobierno hondureño. Sin embargo, es importante que estas experiencias educativas cuenten con acceso a banda ancha, tecnología que posibilitará de forma más rápida mejorar los contenidos y formarse para estar actualizadas a las nuevas demandas del mercado global.
En particular, al tratarse de zonas rurales o alejadas de los centros urbanos, la banda ancha móvil se convierte en una herramienta fundamental para este tipo de programas educativos. Por su condición permite abarcar de forma más rápida grandes coberturas, llegando a una mayor cantidad de escuelas y permitiendo altas velocidades y conectividad robusta.
Por este motivo, es importante que las autoridades desplieguen diferentes estrategias que permita a la industria móvil desplegar tecnologías como LTE o, en un futuro cercano 5G. Es por medio de estas inversiones que se puede llegar con servicios de banda ancha a zonas hasta el momento no cubierta, con acceso de alta velocidad y robusto.
Las políticas que permitan a los operadores acceder a una mayor cantidad de espectro radioeléctrico para servicios móviles deben ponerse en marcha por parte de las autoridades. Así como también el despliegue de una agenda de futuras licitaciones de espectro que permita a los operadores tener previsibilidad para realizar inversiones y desplegar nuevas tecnologías.
Como se puede apreciar, las iniciativas que lleva adelante Honduras en la búsqueda de aumentar la formación de los alumnos incluyendo TIC son positivas. Sin embargo, es necesario que estas empiecen a incorporar conectividad de banda ancha móvil, de manera que puedan actualizarse de forma inmediata y permita una mejor preparación a los alumnos. Para alcanzar esos objetivos es también importante que de manera simultánea se desplieguen estrategias que busquen aumentar la conectividad de banda ancha, especialmente inalámbrica, en todo el país.