Hakatón en Honduras busca prevenir la violencia juvenil

El uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) alcanza a diferentes sectores socioeconómicos mejorando las condiciones de vida de la población y sus niveles productivos. Su apropiación por parte de la población genera además una doble función: mejorar su calidad de vida e introducirlos en la nueva economía digital.

En ese escenario la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) llevó adelante en Honduras la primera Hackatón Regional para la prevención de la violencia juvenil, HackCR3A. Para ello se convocó a jóvenes desarrolladores del llamado triángulo norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) a usar las TIC para reducir la violencia en esos países.

El Hackatón Regional se desarrolló durante octubre y noviembre de 2018. Además de UNESCO,   Jóvenes Contra la Violencia Guatemala (JCV),  CREA Consultores El Salvador y  Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), colaboraron con la iniciativa. También apoyaron esta experiencia más de 30 organizaciones, instituciones de gobierno, empresas, medios de comunicación y centros de pensamiento

Por medio de la HackCR3A se llevó adelante un espacio multidisciplinario en donde se vinculó la tecnología y la innovación con el propósito de plantear soluciones ante uno de los problemas sociales que más afectan a esos países. En ese sentido, se buscó incentivar el empoderamiento y el liderazgo de las personas jóvenes en la prevención de la violencia, por medio del uso de soluciones tecnológicas desde distintas perspectivas y enfoques.

La experiencia duró 108 horas, donde se trabajó sobre la   innovación, creatividad y el intercambio con mentores, expertos y miembros de comunidades de zonas en situación de vulnerabilidad. En ese marco, se intercambiaron experiencias y necesidades para que alrededor de más de 100 participantes de la región puedan encontrar soluciones tecnológicas a la violencia. En total existieron unas 26 propuestas que se enfocaron en problemáticas como formación ciudadana, laboral y educativa; servicios públicos; violencia de género, acoso y abuso sexual; cultura de denuncia; procesos de auditoría social, entre otros.

Además de la contribución por medio de los desarrollos tecnológicos generados, los ganadores accedieron a premios en efectivo que servirán como capital semilla para impulsar el desarrollo. El primer lugar fue para el equipo FlyKey de Hondras, que desarrolló un teclado personalizado que generará una biblioteca de memes positivos (jpg, gif) con el objetivo de reducir el uso de los mismos recursos para la mofa y el bullying.

En el segundo lugar, el equipo Tunumen + Q’i de Guatemala, desarrollo una plataforma que busca resolver el problema del desperdicio del potencial humano en el sistema penitenciario y el peligro de reincidencia de aquellos que han estado en el sistema y que no cuentan con las herramientas necesarias para poder resocializarse una vez libres. También servirá para brindar seguimiento a los logros y éxitos de los privados de libertad, generando un currículum verificado por blockchain para que estos utilicen a la hora de buscar la reinserción al mercado laboral. Mientras que el tercer lugar fue para los salvadoreños de Sé Libre quienes generaron una plataforma diseñada para organizaciones que trabajan con mujeres en riesgo de violencia o que son víctimas. La plataforma pretende ser un canal centralizador de comunicación para que las usuarias puedan ingresar y obtener consejería y referencias de servicios, dependiendo del tipo de violencia al que son vulnerables.

Este tipo de iniciativas son de gran ayuda para reducir la violencia en América Central, aunque también sirven para incentivar a los jóvenes en el uso de las TIC. Sin embargo, para que tengan un desarrollo adecuado, es necesario que las autoridades estimulen el acceso a banda ancha, en particular servicios móviles e inalámbricos que por sus características permiten alcanzar mayores porciones de la población de forma más eficiente.

En ese marco, tecnologías como LTE y, en un futuro cercano, 5G se presentan como una alternativa óptima para llevar servicios de banda ancha robustos a toda la población. Para ello es necesario que las autoridades estimulen la adopción de este tipo de tecnologías, con políticas y estrategias apropiadas. Entre ellas sobresale la disponibilidad de mayor espectro radioeléctrico para los operadores móviles, y la generación de una agenda de futuras licitaciones que permita previsibilidad en el mercado.

Por otra parte, es importante que se flexibilicen las demandas burocráticas que existen al momento de tender redes de telecomunicaciones, particularmente las antenas que permiten brindar servicios móviles. La generación de una ley de alcance nacional posibilita a los operadores planificar de forma más eficiente el tendido de nuevas tecnologías.

Es también necesario que se reduzcan las cargas impositivas que pesan sobre los componentes de redes, pero fundamentalmente en los dispositivos de acceso. Que los terminales cuenten con menores impuestos de venta es una medida fundamental para volverlos más asequibles y que se pueda alcanzar así una mayor cantidad de la población conectada.

Como se puede observar la generación de hackatones conforma una medida necesaria para estimular a la población al uso de las TIC para beneficio propio. Sin embargo, estas deben estar acompañadas por estrategias políticas que incentiven la adopción de la  banda ancha móvil y las nuevas tecnologías.