Ernesto Piedras, CEO de The Competitive Intelligence Unit, explicó que la pandemia de COVID-19 golpeó al sector de telecomunicaciones mexicano especialmente durante sus inicios, en el segundo trimestre del año pasado.
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“El sector de las telecomunicaciones es procíclico: cuando la economía crece, el sector crece varias veces más, en ingresos, en nuevas conexiones, etcétera. Incluso, es contracíclico cuando la economía cae: a pesar de las caídas macroeconómicas, en nuestros países el sector por lo general crece aún a buenas tasas. Sin embargo, el año pasado, este año de pandemia, sí tuvo una muy fuerte afectación. Para el caso mexicano, el epicentro de esta debacle tuvo lugar en el segundo trimestre del 2020. La economía en ese trimestre cayó 18,3 por ciento respecto al mismo período del año anterior. Y el sector de telecomunicaciones cayó en la misma proporción, 18,5 por ciento medido por sus ingresos.
En diálogo con el Vicepresidente para América Latina y el Caribe de 5G Americas, José Otero, el experto detalló que al sector “lo tiró el segmento móvil: en México, más de 6 cada 10 pesos se generan en el segmento móvil; el resto son fijos y TV paga. En este confinamiento, nos trajimos el tráfico a las casas, lo pasamos desde redes celulares a Wi-Fi. También cayó la venta de equipos, que normalmente representa un tercio de todos los ingresos del segmento móvil. A pesar de que tuvimos recuperación en los siguientes trimestres, no alcanzaron a compensar esa caída”.
Piedras adiverte que los pronósticos para 2021 “no pintan para recuperar ese 18 por ciento de caída anual que tuvo la economía, pero sí se prevé un crecimiento para la economía mexicana de más del 4 por ciento, y el sector está activándose”. Entonces, ¿qué fenómenos han acontecido? El analista resalta que “esta pandemia, en términos de conectividad, ha resultado en un empujón digital. Quien tenía 10 Mbps en su casa se fue a 30 o 50 Mbps; quien tenía 30 Mbps se fue a 100 o 200 Mbps. Pero a pesar de la incertidumbre económica, se volvieron a disparar las ventas de teléfonos inteligentes, y hay un fenómeno interesante. Hace dos años y medio, 6 de cada 10 equipos inteligentes en México eran de gama baja. A la fecha, 72 por ciento de esos equipos son de gama media y alta. ¿Qué pasó en este empujón digital? Nos dimos cuenta de la importancia de un procesador rápida, de la expansión de memoria, resolución de pantalla, batería, etcétera. Se consolidó el teléfono inteligente como el centro de nuestro ecosistema de conectividad. El día que podamos celebrar que pasó la pandemia, no habrá una reversa”.