Entrevista a Manuela González Ursi y Damián Cejas, proyecto Atalaya Sur. Parte I
La reducción de la brecha digital cuenta con el aporte de los diferentes actores de que conforman las distintas sociedades de América Latina. Desde las autoridades de gobierno, hasta el sector privado despliegan distintas iniciativas para aumentar la inclusión en tecnología, así como también existen proyectos desplegados por asociaciones civiles que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos por medio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
En este escenario, en Argentina se desarrolló el proyecto Atalaya Sur, cuyo objetivo es la apropiación de la tecnología por parte de sectores vulnerables. En ese marco, se desplegaron diferentes intervenciones que tienen por objetivo no sólo brindar conectividad, sino también educar en el ámbito de la apropiación de la tecnología.
Sobre este trabajo, Brecha Cerco dialogó con Manuela González Ursi y Damián Cejas. González Ursi, es coordinadora del proyecto Atalaya Sur, docente y desde hace más de quince años elabora y gestiona proyectos sociales, principalmente vinculados a la educación y el trabajo, en la Asociación para el Fortalecimiento Comunitario. En tanto que Cejas, es responsable técnico del proyecto, participa en la Asociación desde sus comienzos. En su función, coordina talleres tecnológicos en Villa 20. Coordinó el despliegue de las redes
comunitarias y el armado de los equipos técnicos.
Brecha Cero: ¿Cómo describiría a grandes rasgos el funcionamiento de la iniciativa Atalaya Sur?
Atalaya Sur: la iniciativa que tiene por objetivo la apropiación de la tecnología por parte de los sectores más vulnerables. Entendiendo q pue el acceso desigual a la tecnología, tanto en términos materiales como simbólicos, refuerza las desigualdades estructurales preexistentes, nos propusimos el desarrollo de tres líneas de trabajo que abarcan la problemática de la brecha digital desde del acceso, la distribución no comercial de internet y la producción de conocimiento.
En primer lugar, desarrollamos redes comunitarias de conectividad en poblaciones que actualmente no acceden a internet o lo hacen de manera restringida, por tratarse de territorios que donde no presta servicio el sector privado y tampoco ha llegado el Estado con alguna iniciativa pública. Esta línea de trabajo tiene su fundamento en la concepción del acceso a internet como derecho humano.
En segundo lugar, promovemos la producción de contenidos locales a través del uso de las herramientas tecnológicas y la generación de plataformas como canales para la difusión y participación de las comunidades, garantizando así el derecho a la comunicación y libertad de expresión de los territorios excluidos.
En tercer lugar, buscamos el fomento de vocaciones tecnológicas a través de cursos y talleres de capacitación en el uso de tecnologías de la comunicación y la información, telecomunicaciones, programación, robótica e impresión 3D, y el armado de equipos técnicos locales para el sostenimiento de las redes comunitarias.
Brecha Cero: ¿Cómo se conforma el grupo de trabajo que lleva adelante el proyecto?
Atalaya Sur: la iniciativa que se enmarca en las acciones de una asociación civil que trabaja hace más de quince años en villas y asentamientos marginales implementando proyectos orientados a la plena inclusión en la vida social, cultural y económica de los sectores más humildes.
Sobre ese objetivo general, en el 2014 nos propusimos abordar la problemática de la brecha digital entendiendo el rol fundamental que cumplen las nuevas tecnologías en la vida social y las implicancias que trae aparejada su exclusión en las oportunidades de trabajo, acceso a la educación y a la cultura, y la formación de opinión pública.
Para su implementación se requirió de la articulación de múltiples actores de las comunidades y la participación de profesionales y técnicos en la materia, tales como educadores, especialistas en TIC, ingenieros en telecomunicaciones y electrónica, comunicadores sociales, realizadores audiovisuales, técnicos en computación. La capacitación fue un eje central en el desarrollo de la propuesta, lo que permitió ir conformando un grupo de trabajo interdisciplinario y compuesto principalmente por jóvenes de las comunidades locales.
Brecha Cero: ¿A qué sector de la población está orientada? ¿En qué parte de la Argentina trabaja?
Atalaya Sur: Comenzamos en el año 2014 en la Villa 20 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un asentamiento en el cual habitan más de 30.000 personas en situación de gran vulnerabilidad económica y social. Allí, así como no existe una red de servicios básicos tampoco existe la posibilidad de contratar un proveedor legal de internet. En este sentido, el acceso a internet no está democratizado y porciones considerables de su población permanecen al margen del fenómeno.
Con la idea de lograr el acceso de la población a Internet y a las TIC, desarrollamos una Red WiFi pública, libre y gratuita que cuenta con 27 puntos de acceso ubicados en las principales calles del asentamiento. El desarrollo de esta estrategia significó un desafío desde lo técnico, puesto que era una experiencia que tenía pocos precedentes, y desde la usabilidad en tanto que nos propusimos transformar la lógica del consumo por una nueva lógica basada en la participación. Para ello, desarrollamos el portal www.villa20.org.ar y se consolidaron espacios de capacitación en TIC al servicio de la producción de contenidos locales.
La planificación e instalación de la infraestructura, la cual combina el uso de fibra óptica y radiofrecuencia, estuvo acompañada por capacitaciones en redes destinadas a jóvenes del barrio. Esto permitió consolidar un equipo técnico que da soporte a la red y cuya formación tributó a la replicabilidad de la experiencia en otros territorios.
En 2016 comenzamos a trabajar en la región Puna de la provincia de Jujuy, en donde las comunidades tienen un acceso extremadamente limitado a internet.
En La Quiaca desarrollamos la Red Social Chaski, una intranet comunitaria que a través de una combinación de infraestructura en telecomunicaciones y desarrollo de plataformas en software libre permitió la construcción de un medio de comunicación local con una fuerte impronta educativa, tecnológica y cultural. Para ello cuenta con servicios gratuitos de mensajería, videotecas, bibliotecas y telefonía VoIP. La intranet estuvo pensada para que los usuarios que acceden a internet puedan compartir sus contenidos con aquellos que aún no tienen garantizado el acceso.
La Red Chaski conecta actualmente La Quiaca a través de 35 puntos de acceso público ubicados en plazas y calles.
Luego, en 2017, la Red Chaski llegó a la localidad de Cieneguillas, un pueblo de 450 habitantes a 35km de la ciudad La Quiaca, el cual no contaba ni siquiera con telefonía. La conectividad de esta localidad implicó la organización de múltiples actores de la comunidad frente al desafío técnico que implicó la instalación de dos saltos (alimentados por energía solar) en dos cerros.
Actualmente en Cieneguillas, con la contribución de la comunidad local, pudimos contratar un servicio de internet.
Lo más interesante de la experiencia de la Puna fue que la infraestructura desarrollada estuvo a cargo del equipo técnico de jóvenes de Villa 20 que la planificaron y la instalaron y además capacitaron a miembros de las comunidades formando allí un equipo técnico local.