Entrevista a Javier Rúa-Jovet. Presidente de JRJ Consultants & Legal Advisors de Puerto Rico
El desarrollo de las tecnologías de la Información y la comunicación (TIC) conforma una oportunidad para el crecimiento de diferentes sectores de la economía y distintos servicios destinados a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Pero también se consolidan como una alternativa necesaria para la reconstrucción de los países que sufrieron diferentes desastre naturales.
Sobre ambos temas Brecha Cero dialogó con Javier Rúa-Jovet, quien Preside la firma puertorriqueña JRJ Consultants & Legal Advisors, LLC. Enfocado mayormente en asuntos de derecho energético, derecho de la informática y telecomunicaciones, derecho administrativo y asuntos gubernamentales, Rua Jovet es también representante de América del Norte en el Consejo Asesor At-Large de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN, por sus siglas en inglés) y miembro de la Junta de Gobierno de la Internet Society, Capítulo de Puerto Rico.
Anteriormente, Rúa Jovet fue Presidente de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones de Puerto Rico (2013-2016) y del Foro Latinoamericano de Entes Reguladores de Telecomunicaciones (REGULATEL) (2014-2015). A continuación su charla con Brecha Cero sobre la importancia de las TIC en el desarrollo de un país y la recuperación tras desastres naturales, y el valor de las redes de energía inteligente:
Brecha Cero: ¿Cómo influyen las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el desarrollo un país?
Javier Rúa-Jovet: El despliegue masivo de servicios de información, tecnología y comunicaciones, racionalmente regulados e incentivados por el Estado, es en sí parámetro de desarrollo sostenible y mejoramiento humano.
Repasemos brevemente algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU: 1) combatir la desigualdad, la pobreza y el hambre, 2) promover la salud y el bienestar, 3) proveer educación de calidad, 5) promover la igualdad de género, 6) promover la industria e infraestructuras, incluyendo agua limpia, 8) promover el trabajo decente y el crecimiento económico, entre otros.
Todos estos objetivos pueden apalancarse en y catalizarse por las TIC, si media el liderazgo público correcto.
Brecha Cero: ¿Cómo ayudan las nuevas tecnologías en la reducción de la brecha digital de un mercado?
Javier Rúa-Jovet: Al principio de la década del 1980 en Puerto Rico reinaba la Puerto Rico Telephone Company como el proveedor ultra-dominante y monopolista en mi país. Tras avances tecnológicos y legales, en 1988, ya operaban dos compañías inalámbricas. Hoy, los avances inalámbricos y la explosión de smartphones han permitido, sostener un mercado muy competitivo, que incluye más allá de las cuatro (4) proveedoras de telefonía móvil operando redes (Claro, AT&T, T-Mobile y PRwireless), decenas de operadoras móviles virtuales (MVNOs según siglas en inglés) y múltiples proveedores de servicio de Internet con diversas tecnologías de ultima milla. En 1996, el minuto inalámbrico podía costar unos 40 centavos de dólar, lo que, en un promedio de 800 minutos, rondaba los US $312 mensuales. Hoy, sin subsidios ni asistencia, se ofrecen en Puerto Rico planes de telefonía e internet móvil 4GLTE, por menos de US $30 mensuales y planes en redes alámbricas e inalámbricas, muy por debajo de los US $19 al mes. En 1998, una llamada de la capital San Juan a la ciudad oriental de Mayagüez, de cinco minutos, costaba US $1.26; hoy ronda los 19 centavos de dólar. Y eso es presumiendo el uso de modelos de telefonía que hoy rápidamente ceden (casi se extinguen) ante el éxito de los over the tops (OTTs) como Whatsapp, Messenger o Skype, los cuales proveen voz y mensajería global virtualmente gratuita.
La penetración de telecomunicaciones en Puerto Rico ya es fundamentalmente universal con alrededor de 4 millones de líneas. Puerto Rico está conectado al mundo por múltiples cables submarinos de fibra óptica hemisféricos y transnacionales, incluyendo algunos con límites teóricos de terabits por segundo.
En 2001, Puerto Rico registraba solo 677,000 internautas. Hoy ese número toca los 3 millones. Sobre 99.9% de nuestra población tiene acceso a Internet de algún tipo gracias, fundamentalmente, a las tecnologías inalámbricas y los teléfonos inteligentes. Y el futuro a corto plazo, de 1 a 3 años, promete que las velocidades de Internet en Puerto Rico, hoy mínimamente aceptables bajo estándares norteamericanos, salten a niveles de primera con la implementación temprana de tecnologías de carrier aggregation y nuevos estándares 5G: es realmente posible que veamos velocidades de sobre 1 gigabyte en nuestros teléfonos inteligentes antes de que culmine esta década.
Brecha Cero: ¿Qué iniciativas que llevaron adelante las autoridades de Puerto Rico consideran fueron efectivas para reducir la Brecha Digital?
Javier Rúa-Jovet: El Estado siempre debe impulsar políticas públicas favorables a la cooperación público/privada. Un ejemplo muy puntual fue el proyecto de “VíaDigital” en donde la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones logró abrir y re conceptualizar los conductos soterrados de la red de semáforos del Depto. de Transportación de Obras Públicas de Puerto para despliegues privado de fibra óptica en San Juan. A mi juicio, el Estado debe facilitarle al sector TIC, de forma planificada, ordenada y justa los bienes públicos disponibles y adecuados–postes, servidumbres, conductos etc. – para despliegue de infraestructura de banda ancha.
Otro gran proyecto de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones, lo fue la iniciativa TecnoAbuelos, un proyecto de alfabetización digital masiva para adultos mayores, a través de talleres libres de costo en todo Puerto Rico. El sector de la población de adultos mayores constituye un grupo que generalmente posee pocas destrezas tecnológicas y es un sector creciente en nuestra isla. Ante la emigración de familias, estos ciudadanos pudieron mantener y fortalecer los vínculos de comunicación con sus hijos, nietos y amigos a través del uso de redes sociales y de la tecnología. A la vez incentivó la demanda por ancho de banda y la utilización de servicios digitales del Estado (e-government).
Brecha Cero: ¿Cuáles creen que son las medidas que aún restan por tomar por parte de las autoridades para mejorar la conectividad en el mercado?
Javier Rúa-Jovet: El Estado tiene que hablar de gigabytes, no de megabytes. Tiene que enfocar en 5G y en fibra óptica, y facilitar esas inversiones; incentivar el despliegue, el acceso y la adopción de tecnologías de futuro al máximo. Pero esa narrativa debe también incluir inversión importante estatal en infraestructura. No obstante, Puerto Rico vive una etapa donde los fondos públicos disponibles son cada vez más escasos y en donde la economía está encogiéndose, tendencias que han arreciado tras el azote del Huracán María. Está por verse, no obstante, si el dinero federal multimillonario que se promete como secuela a dicho Huracán de hecho se materializará y si se invierte correctamente. Si Puerto Rico invierte ese dinero federal para robustecer y modernizar nuestra red eléctrica, digamos creando micro-redes y smart-grids; si lo invierte en infraestructuras de comunicaciones de última generación y realmente implementa buenos servicios e-government a todos los niveles, no es imposible pensar en un salto cualitativo en Puerto Rico, no solo en conectividad, sino en avance tecnológico general.
A nivel gubernamental creo que hay que fortalecer al regulador estatal que presidí, fortalecer las estadísticas y data objetiva y realzar asimismo la figura del Chief Information Officer. Pienso que una agencia central profesional, independiente y fuerte, enfocada en la implementación de las ultimas tecnologías en todo el Estado y sus subdivisiones sería un buen avance, algo así como una Secretaría o Ministerio TIC puertorriqueño.
Brecha Cero: ¿Cuánto pueden colaborar los servicios de telecomunicaciones para la recuperación de los desastres naturales como los vividos recientemente?
Javier Rúa-Jovet: Todas las compañías de telecomunicaciones demostraron, en diversos grados, ser muy dependientes de la electricidad de la red del estado y se vieron forzadas a operar de forma limitada, mediante el uso de generadores de emergencia y transmisores de emergencia (cells on wheels o COWs). Pero algo que resultó relativamente prometedor fue la capacidad de coordinación que las competidoras del sector demostraron en el contexto de emergencia, en particular los acuerdos de “open roaming” que implementaron rápidamente. Las empresas Claro, T-Mobile y AT&T implementaron un roaming o comunicación abierta en beneficio de todos sus clientes: independientemente de la compañía del usuario, este podrá recibir la señal de cualquiera de las compañías. Doy fe, como usuario, que esa medida funcionó.
Si quedó claro que el Estado no tenía un plan de acción. Creo el país debe plantearse si debe tener una red propia de comunicación de emergencia con suficiente robustez y resiliencia como para operar ininterrumpidamente en caso de un desastre mayor. Y esa red no necesariamente tiene que ser altamente tecnológica ni compleja: puede ser que radioteléfonos y telefonía satelital bien manejadas sean suficientes. Vimos como el enorme éxito y despliegue de la telefonía celular comercial en Puerto Rico fue también un talón de Aquiles; pusimos todos los huevos en la misma canasta y perdimos la capacidad de respuesta que posiblemente teníamos antes de la explosión del celular. María fue un terrible huracán que parecio hasta inusitado en su intensidad Cat. 5, pero posiblemente este tipo de evento sea cada vez más común ante el cambio climático.
Brecha Cero: ¿De qué manera las redes eléctricas inteligentes pueden mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos?
Javier Rúa-Jovet: Los “smart grids” son redes capaces de integrar cargas variables y fluctuaciones rápidas de oferta y demanda mediante integración de servicios avanzados de telecomunicaciones. Permiten a los proveedores de electricidad ajustar la oferta a la demanda, en tiempo real, creando grandes eficiencias para el abonado. Además, estas tecnologías permiten, a través de metros inteligentes, el establecimiento dinámico de precios, basados en los costos al momento, de la provisión del servicio. Incluso, los abonados del futuro podrán conectar sus autos eléctricos a ese grid, ahorrando en su consumo total de energía e incluso convirtiéndose en exportadores netos; una nueva fuente de riqueza.
Brecha Cero: ¿Cuánto influye contar con este tipo de redes para reestablecer la energía tras desastres naturales como los ocurridos en Puerto Rico?
Javier Rúa-Jovet: He explicado en otros incisos las redes inteligentes, pero lo que realmente nos ayudará a ser más resilientes, a resistir mejor estos desastres y recuperarnos más rápidamente de los mismos lo será el despliegue general de generación distribuida (no centralizada) y de micro-redes. Ley Núm. 82 de 2010, recientemente enmendada y ampliada por la Ley Núm. 133 del 2016, declara y establece la política publica en favor de ambas:
En términos generales, conforme a esta ley, “energía renovable distribuida” es aquella renovable (fotovoltaica, eólica, entre otras) que “suministre energía eléctrica […] para su propio consumo o venta a un tercero. […].” Asimismo, la ley establece por primera vez la base para el establecimiento de micro-redes en la isla. Según la ley, una micro-red o “micro-grid” significa:
“[U]n grupo de cargas interconectadas y recursos de energía distribuida dentro de parámetros eléctricos claramente definidos, que actúa como una entidad única controlable con respecto al sistema de transmisión y distribución de la Autoridad. El objetivo de las microredes (sic) es reducir el consumo eléctrico basado en combustibles fósiles a través de generación renovable local y estrategias de reducción de consumo eléctrico. Las microredes (sic) tendrán la capacidad de conectarse y desconectarse del sistema de transmisión y distribución de la Autoridad, de manera que puedan operarse tanto interconectadas como “off the grid”.
No basta con restaurar el servicio eléctrico en el menor tiempo posible, sino que, además, como bien ha dicho la Comisión de Energía de Puerto Rico (el regulador eléctrico local) es necesario fomentar “el desarrollo de un sistema eléctrico resiliente, moderno y ágil.” La instalación de sistemas de generación distribuida, el almacenamiento de energía (baterías) y las micro-redes son las alternativas consistentes con dichos objetivos