Dentro de las acciones necesarias para cerrar la brecha que existe en la población para acceder a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) está la generación de planes gubernamentales de acceso. Estos son necesarios para diagramar una estrategia de país que contemple alcanzar aquellos lugares remotos donde suele ser más complejo llegar con los servicios.
En Ecuador, el Ministerio de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (MINTEL) desplegó el Plan de Servicio Universal 2018-2021. La intención de la cartera es fomentar la participación de la industria en la construcción de políticas para la promoción de las TIC y el desarrollo de las telecomunicaciones en ese país.
Asimismo, entre los objetivos que se propone el plan están: el despliegue de redes de nueva generación, impulsar el aumento de conectividad en los diferentes organismos públicos, extender la disponibilidad de los servicios de telecomunicaciones que conforman el Servicio Universal, y fomentar el acceso a equipos terminales como smartphones y computadoras. Para alcanzar estas metas la intención del MITEL es desplegar un conjunto de estrategias que permitan disminuir la brecha digital de cobertura, acceso y asequibilidad, identificada como una nueva fuente de desigualdad en Ecuador.
Del armado del proyecto participaron distintos actores que permitieron considerar algunas pautas que permitirán promover la inversión en el sector. También se buscó atender la promoción de proyectos sociales, con principal énfasis en el incremento de la disponibilidad de los servicios de telecomunicaciones en términos de cobertura y acceso.
La consideración de planes que busquen aumentar la conectividad en la población es de suma importancia para reducir la brecha digital de un país. La posibilidad de generar acceso entre los habitantes potencia no sólo la industria de telecomunicaciones y TIC, sino también a otros sectores que precisan del acceso a la red para mejorar sus condiciones de desarrollo.
Entre esos sectores se puede resaltar algunos como la educación, la salud o la agricultura. En el primero de los casos, la conectividad en las escuelas posibilita introducir a los alumnos en un nuevo espacio de enseñanza, mejorando sus oportunidades de cara al futuro. De la misma manera, la conectividad en la salud permite a mejorar las condiciones de asistencia a los habitantes. Desde la posibilidad de aplicaciones destinadas a controles de enfermedades crónicas, hasta consultas por videollamada, las TIC posibilitan una mejora significativa de los servicios de salud de cada uno de los países.
Una situación similar se da en la agricultura y el trabajo. La conectividad en el trabajo de los campesinos genera una gran cantidad de oportunidades; desde cuestiones básicas como conocer el pronóstico del tiempo, pasando por aplicaciones que sugieren cuales son las mejores especies para sembrar, hasta la implementación de Internet de las Cosas (IoT) en dispositivos que ayudan a controlar los cultivos. Por su parte, el teletrabajo abre una serie de oportunidades para mejorar las condiciones de empleo que existen en los diferentes países.
La conectividad traerá aparejados también beneficios para el propio gobierno. La implementación del e-gobierno no sólo sirve para afianzar la relación ciudadano y administración, también se transforma en una herramienta importante para aumentar la transparencia de las autoridades. Asimismo, se trata de una herramienta que permite tomar decisiones a las autoridades a partir de los datos que puede recoger de manera más rápida utilizando tecnologías como IoT o big data.
Gran parte de estas iniciativas necesita, fundamentalmente, del acceso a banda ancha y, en particular, a banda ancha inalámbrica. Tecnologías maduras como LTE permiten acceso a altas velocidades con menores tiempos de latencia, lo que se vuelve importante para ofrecer conectividad a la población, en particular en zonas rurales o aisladas de los grandes centros urbanos.
Sin embargo, es necesario generar las condiciones para que estas tecnologías puedan desplegarse de manera eficiente de parte de la industria. En primer lugar, deben generarse políticas tendientes a aumentar la cantidad de espectro radioeléctrico destinado a servicios de banda ancha móvil. La entrega de manera equitativa de este bien finito es necesaria para que exista una sana competencia en el mercado que estimule la inversión de los operadores.
Por otra parte, es necesaria la reducción de las tasas impositivas que recaen sobre todos los elementos de telecomunicaciones. Ya sea en los elementos que componen las redes de telecomunicaciones, para permitir a los operadores desplegar sus coberturas en menor plazo, como también en los dispositivos de acceso, volviéndolos más asequibles para los ciudadanos.
Como se puede apreciar, la iniciativa del plan de Servicio Universal 2018-2021 de Ecuador es de suma importancia para reducir la brecha digital en ese país. Es importante destacar la cooperación público privado para alcanzar un objetivo que terminará por beneficiar a todos los sectores del país. Aunque para que esta se termine de consolidar, es fundamental que se realicen políticas tendientes a estimular el crecimiento de las redes de telecomunicaciones en el país.