Chile despliega experiencia pública privada de IoT en agricultura

La agricultura está entre los diferentes sectores que se benefician de las nuevas tecnologías, por lo que la inclusión de servicios de banda ancha se transforma en una herramienta que posibilita mejorar diferentes etapas del proceso productivo. Si se suma las posibilidad de incluir Internet de las Cosas (IoT) estas oportunidades se potencian aún más.

En Chile, por medio de un acuerdo de colaboración entre Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y Telefónica I+D, se desplegó el proyecto “Piloto de Agricultura de Precisión”. Por medio de esta iniciativa se busca validar nuevas propuestas y soluciones para mejorar el manejo del riego, así como dotar de tecnología a los pequeños y medianos agricultores.

De esta manera se tiene por meta llegar a uno de los grandes desafíos del sector agrícola: maximizar la producción de alimentos a nivel mundial. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicado en 2009, es necesario aumentar en un 70% la producción para alimentar a la población mundial en 2050. Para alcanzar este objetivo se vuelve necesario innovar en las prácticas del sector con el fin de hacer más eficientes los recursos críticos, principalmente el agua.

Para afrontar esta necesidad se desarrolló el campo de experimentación agrícola público privado. En una primera instancia el objetivo es evaluar las  capacidades y ventajas de las tecnologías de IoT en la agricultura. Para ello se instalará y operará un solución inteligente para la producción agrícola, que fue desarrollada por Telefónica I+D.

Es a partir de esta solución que el productor agrícola consigue de manera automática un informe detallado de recomendación de uso eficiente de agua de riego. Para ello se utiliza la conexión a Internet de sensores de humedad de suelo (VWC) y su posterior correlación con datos meteorológicos, mediante un modelo estadístico patentado.

El objetivo de la Subtel es potenciar al sector agrícola a partir de las oportunidades de recolección y análisis de la información que brinda IoT. Desde la dependencia del Estado chileno esperan que el sector avance en lo que refiere a la adopción digital para mejorar las condiciones productivas, así como en el aumento de infraestructura tecnológica aplicada al sector agrícola.

Por su parte, el objetivo para el INIA es ayudar a los productores en la solución de un problema importante en la región con la disponibilidad hídrica y su optimización en el uso de este recurso escaso en la agricultura. Para ello, el proyecto propone herramientas para analizar la humedad en el suelo y aportar diferentes tasas de riego que permitan a alcanzar el máximo de la producción optimizando el agua.

A partir de IoT el agricultor puede mejorar su producción desde el punto de vista de la cantidad y calidad de su cosecha.  A partir de esta tecnología los productores pueden recolectar información y volverla útil para el trabajo diario, en particular para optimizar el uso de recursos críticos y necesarios para mejorar sus resultados.

Para que esta iniciativa tenga un desempeño exitoso en el mercado es necesario que exista una buena conectividad de banda ancha inalámbrica en el mercado. Los sensores que se utilizan en este tipo de tecnologías suelen necesitar una interfaz aérea para poder comunicar los datos que recolectan en tiempo real. Es en esta situación donde tecnologías como LTE permiten el transporte de datos en alta velocidad, lo que posibilita que se consigan en tiempo real los datos recolectados.  Además, la banda ancha inalámbrica se presenta como una tecnología ideal por sus características para alcanzar coberturas en zonas rurales.

Por este motivo, es importante que las autoridades desplieguen estrategias tendientes a potenciar la penetración y cobertura de la banda ancha inalámbrica en el mercado.  En primer lugar, la disponibilidad de espectro radioeléctrico para este tipo de servicios es necesaria para mejorar la cobertura en las zonas rurales. De la misma manera, la existencia de una agenda que permita a la industria conocer las futuras licitaciones de espectro, posibilitando así una planificación sobre las futuras tecnologías a desplegar.

En el mismo sentido, es necesario que se flexibilicen las normas para el tendido de redes de telecomunicaciones.   La posibilidad de desplegar las redes de manera simple, posibilita a la industria alcanzar grandes coberturas de manera rápida y cumpliendo los objetivos trazados en su planificación. Por otra parte, es necesario que se reduzcan las cargas impositivas sobre los componentes de redes y los dispositivos de acceso.

Este último punto es por demás importante, ya que es por medio de los dispositivos de acceso que los productores tienen opciones para acceder a los sensores y los dispositivos que permiten transparentar los datos recolectados. Es decir, la asequibilidad de los terminales de acceso redunda en mayores posibilidades de los agricultores de adoptar nuevas tecnologías.

La iniciativa llevada adelante en Chile es una oportunidad de aumentar la productividad y optimizar los recursos críticos de los agricultores de ese país. Sin embargo, se debe tener una política conjunta con el sector de las telecomunicaciones para que estos esfuerzos brinden oportunidades de crecimiento efectivas al sector.