Banda ancha móvil potencia acceso a Internet en América Latina y el Caribe según CEPAL

El incremento de la conectividad es uno de los pasos esenciales para que las políticas que combinan las TIC y diferentes sectores de la economía y la sociedad tengan efectos positivos.  La posibilidad de que la población pueda conectarse a Internet aumenta los efectos que las distintas estrategias tienen sobre sus actividades.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el 43,4% del total de los hogares estaban conectados a Internet en 2015. Para 2010 los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) contaban con una penetración de Internet  por hogar del 73,2%, contra el 22,4% que había en América Latina. Mientras que para 2015, la OCDE llegaba al 85%, a diferencia del mencionado 43,4% en la región. Así se pasó de una diferencia de 37,2 puntos porcentuales entre ambos en 2010 a 25,2 puntos porcentuales en 2015.

Aunque  dentro de América Latina y el Caribe se mantiene una gran diferencia en los niveles de acceso entre los países de la región. De los 24 analizados en 2015, tres tenían una penetración de Internet en los hogares menor al 15%; quince estaban entre 15% y 45%; tres entre 45% y 56%, y solo Chile, Costa Rica y Uruguay llegaban al 60%.

El informe especifica que la banda ancha móvil posibilitó el fuerte aumento en el último lustro, cuando la penetración pasó del 7% al 58% de la población.  El estudio destaca que, entre 2010 y 2015, el porcentaje de personas con acceso a banda móvil creció 802,5%.

El acceso a banda ancha es un punto indispensable para lograr la reducción de la brecha digital. Este crecimiento es también un avance para los distintos sectores: educación, salud, trabajo, que utilizan a las TIC para mejorar la calidad de vida de los habitantes de los países. En otras palabras, el avance en la penetración de la conectividad es un envión interesante para potenciar las distintas iniciativas tendientes a mejorar la vida de los habitantes de un país.

En ese sentido, cobra importancia la asequibilidad del acceso a banda ancha. De acuerdo con el informe, mientras en 2010 el costo de contratar un servicio de banda ancha fija de 1Mbps bordeaba el 18% de los ingresos per cápita promedio mensuales, a principios de 2016 esta cifra bajó al 2%. La asequibilidad también aumentó significativamente para los usuarios de bolsas de datos prepagadas. En varios países, estas bolsas con vigencia de 30 días tienen costos inferiores al 2% del ingreso, destaca el informe.

La posibilidad de contar con servicios más asequibles es también una gran noticia para las distintas iniciativas desplegadas en la región. En particular para las aplicaciones destinadas a mejorar la vida de los habitantes, ya que ese esfuerzo realizado por el sector de Telecomunicaciones repercute en mayores descargas. De esta manera, se potencia la cantidad de aplicaciones y las oportunidades de los desarrolladores.

De todas maneras, el estudio destaca que en América Latina persisten problemas relacionados con la calidad (velocidades de conexión) y la equidad en el acceso a Internet (diferencias según la ubicación geográfica y la situación socioeconómica de la población). Por un lado,  ningún país tiene al menos 5% de sus conexiones con velocidades mayores a 15Mbps, mientras que en los países por fuera de la región más avanzados este porcentaje es de 50%. Por otra parte, se observa una diferencia de hasta 41 puntos porcentuales en la penetración de Internet entre las áreas urbana y rural en el país que muestra la mayor brecha en la región.

Como se puede apreciar, la región aún cuenta con grandes desafíos en lo que corresponde a la cobertura y el crecimiento del acceso a banda ancha. En ese sentido, los servicios móviles parecen seguir la lógica que se dio en el último lustro, aumentando su presencia en el mercado e incorporando nuevos usuarios de banda ancha. Por sus características, así como por el despliegue de tecnologías como LTE, estos servicios posibilitan el acceso a zonas rurales y alejadas de los centros urbanos por medio de inversiones que requieren menor tiempo de recuperación.

Para poder aprovechar el potencial que las tecnologías inalámbricas pueden otorgar a la conectividad en la región, es necesario que los gobiernos desarrollen políticas tendientes a incentivar el desarrollo del  sector. En primer lugar, cobra importancia la puesta en disponibilidad de una mayor cantidad de espectro radioeléctrico, para que se puedan desarrollar de manera más eficiente este tipo de espectro.

Otros de los puntos importantes a tener en cuenta es la asequibilidad de los dispositivos, estos son fundamentales para que la población pueda acceder a banda ancha.  En otras palabras, tan importante como la posibilidad de que los operadores puedan desplegar sus servicios es que la población cuente con los dispositivos para poder ingresar a la red. De esa manera, cobra importancia a las políticas tendientes a la reducción impositiva de smartphones y otros terminales.

Como se puede apreciar, el crecimiento de la banda ancha en América latina durante el último lustro es un buen inicio hacia el camino para reducir la brecha digital en la región y potenciar al resto de los sectores que utilizan las TIC para mejorar la calidad de vida de la población. Sin embargo, es importante que las autoridades busquen potenciar el crecimiento que la tecnología viene teniendo hasta el momento.