Poder ofrecer conectividad a la población es una de las estrategias que llevan adelante las autoridades de América Latina en su recorrido por llegar a contar con una economía digital. El desarrollo de estrategias que permitan llevar banda ancha a la población es una medida necesaria para potenciar no sólo la productividad, sino también para mejorar la calidad de vida de los habitantes.
En ese sentido, el Ministerio de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (MINTEL) de Ecuador llevó adelante una estrategia conocida como Política Ecuador Digital. Se trata de un esfuerzo público-privado con el fin que cada día más ciudadanos accedan a los servicios de telecomunicaciones y Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).
De acuerdo con el MINTEL, este esfuerzo se evidencia en el crecimiento de fibra óptica en el país. Según los datos de la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (ARCOTEL) en junio de 2016 había 70.713 kilómetros y para el mismo mes de 2020 se contabilizaron 171.354 kilómetros lineales, un crecimiento de 100.641 kilómetros lineales, en 4 años.
El Ministerio remarca que la mayor cantidad de kilómetros de fibra óptica está en la red de acceso (hacia el usuario final) llegando a junio de 2020 a los 110.813 kilómetros. Es decir, un 65% del total de kilómetros de fibra óptica desplegados; seguidos por 48.563 km en red troncal (28%) y 11.978 km en carreteras (7%).
Asimismo, el MINTEL remarca que cuando se analizan las cuentas de internet fijo a septiembre de 2020, según la ARCOTEL, las conexiones a través de fibra óptica representan el 45,39% del total de cuentas de este servicio que ascienden a 2.312.024. En otras palabras, el 50% de los hogares en Ecuador que cuentan con acceso al servicio de internet fijo, usa la fibra óptica como red de acceso.
El gobierno ecuatoriano resalta la importancia de la conectividad por medio de esta tecnología, explicando que es indispensable para aplicaciones de telemedicina o comunicaciones a tiempo reales, por ejemplo. Otro beneficio es que la instalación es más fácil y resulta más económica, debido a la flexibilidad y escalabilidad de los cables.
Asimismo, estas autopistas de fibra óptica son la base para el desarrollo de otras tecnologías en el país. Las tecnologías móviles como LTE, y sobre todo 5G, precisan de un anclaje fijo que les permita transmitir datos de forma íntegramente digital, para de esa manera maximizar las condiciones de su funcionamiento. En otras palabras, el tendido de fibra óptica forma parte de la red fija que permite la conexión y transmisión de datos de una gran cantidad de antenas 5G.
Por otra parte, el desarrollo de 5G es también una necesidad del mercado para ingresar definitivamente en la economía digital. El despliegue de la nueva generación de servicios móviles cambia radicalmente el paradigma existente, con servicios centrados en Internet de las Cosas (IoT) que están relacionados a la automatización de diferentes industrias y procesos productivos.
Sin embargo, para que estas promesas se lleven adelante debe existir un trabajo conjunto entre el sector público y privado. Donde el primero se comprometa a crear las condiciones necesarias para estimular la inversión en este tipo de redes. La generación de políticas tendientes a poner a disposición de la industria mayores porciones de espectro radioeléctrico, así como la existencia de agendas que permitan la planificación de la industria, son sumamente necesarias.
Por otra parte, es también importante que se reduzcan las trabas burocráticas que pesan sobre el sector al momento de desplegar redes. La generación de políticas como “ventanilla única” de tramites, así como la existencia de una única norma que aglutine las demandas de las diferentes instancias del Estado, son estrategias válidas para potenciar estas inversiones.
En resumen, el estímulo del desarrollo de las redes de fibra óptica es una política muy positiva para el mercado de Ecuador. Sin embargo, tiene que estar acompañada por un componente móvil, para poder mejorar significativamente el ingreso del mercado a la nueva economía digital.