Las acciones para reducirla brecha digital no sólo deben considerar cuestiones económicas que dificultan a la población acceder a nuevas tecnologías. Las barreras culturales también deben considerarse al momento de incluir a una mayor porción de la población en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), ya que conforman un escollo tanto o más importante que el relacionado con los ingresos de los habitantes.
En este marco, uno de los segmentos más complicados al momento de aumentar el alcance de las TIC es el de los adultos mayores. A partir de obstáculos básicamente culturales, esta porción de la población va quedando excluida de los avances que propones las nuevas tecnologías, así como de diferentes beneficios a los que se pueden acceder utilizándolas como Tele salud, gobierno electrónico e incluso algunos relacionados con la seguridad.
En el caso de México, de acuerdo con un informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para conmemorar el día mundial de Internet, el acceso a la red decae a medida que aumenta la edad del usuario. En el caso particular de los adultos mayores, apenas el 21,6% de los mexicanos mayores de 55 años accede a Internet para 2016. En otras palabras, apenas dos de cada 10 habitantes cercanos a la edad jubilatoria acceden a la red.
El número es por demás alto y preocupante desde el punto de vista de los diferentes objetivos que tiene por finalidad achicar la brecha digital en México. En términos generales, de acuerdo con el mismo informe desplegado por el INEGI, casi el 60% de la población usa al menos una vez al día Internet. Además, especificaba que la mayoría de los usuarios estaba en el rango etario de 12 y 34 años, y su acceso se realiza por medio de un teléfono inteligente, es decir por medio de banda ancha móvil.
En este escenario, entre las diferentes opciones que existen para mejorar el acceso a la red para adultos mayores sobresalen dos: la creación de planes específicos para mejorar esta condición y el aumento en las opciones de conectividad de la población. Como se puede apreciar, se trata de un trabajo conjunto que requiere esfuerzos tanto del sector público, como privado para poder mejorar las condiciones de vida de los habitantes.
Dentro de la alternativa de programas destinados para adultos mayores a nivel Estado, el Instituto Nacional de Las Personas Adultas Mayores (Inapam) de México desplegó una serie de cursos de computación básica e Internet en el Centro Cultural San Francisco. Allí se brindaron clases para explicar nociones fundamentales para la utilización de computadoras, así como para la navegación web y el uso de redes sociales.
El Inapam es un organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal, con autonomía que tiene por objetivo atender las necesidades de esa franja etaria de la población. Desde la visión de esta dependencia del Estado, el cambio generacional crea necesidades en relación con las TIC, lo que obliga a los adultos a requerir tecnología útil, funcional y de fácil manejo. Asimismo, debido a que existe un limitado poder adquisitivo en gran parte de la población existe una alta demanda de asesoría gratuita para este tipo de temáticas.
El segundo punto a considerar es la conectividad del mercado, en particular por medio de banda ancha inalámbrica, que es la principal modalidad de acceso entre los sectores más jóvenes. En este marco, cobran importancia las acciones generadas desde la administración del Estado para estimular la inversión privada en conectividad y facilidades de acceso para la población.
Dese ese punto, la disponibilidad de espectro radioeléctrico para servicios de banda ancha móvil se transforma en una necesidad para potenciar este tipo de ofertas. Ya que se trata de un bien necesario para poder desplegar tecnologías de acceso robustas y con alta velocidad como pueden ser LTE. Asimismo, es importante que se reduzcan las trabas burocráticas para la instalación de redes de telecomunicaciones, con el objetivo de facilitar su despliegue.
De la misma forma, la reducción de barreras impositivas en dispositivos que forman parte de las redes y, en particular, en terminales de acceso se transforman en una estrategia política a considerar para aumentar la penetración de este tipo de servicios. En otras palabras, la baja en los impuestos para terminales de acceso se traduce en una reducción de los precios de los mismos, potenciando de esa manera su penetración entre los habitantes. Es importante recordar que, de acuerdo con el INEGI, los smartphones son la principal herramienta de acceso a Internet.
El acercamiento de los adultos mayores a las TIC cuenta con una serie de trabas importantes desde el punto de vista cultural. Sin embargo, existen recetas que pueden potenciar esa llegada y mejorar la experiencia para aumentar su inclusión, aumentando de esa manera las posibilidades de reducir las brechas etarias en lo que respecta a tecnología.